¿Y tú eres de los que ve el vaso medio lleno o medio vacío?

Reencuadre.

¿Alguna vez te has preguntado cómo hacer para entender una situación tal vez desagradable de manera diferente? ¿Cómo responder a situaciones emocionales de un modo más inteligente? Pues en caso de que sí te lo hayas preguntado, este artículo es para ti.

A diario nos enfrentamos a situaciones en las que tenemos que tomar decisiones de qué hacer o no hacer, pero ¿cómo poder ver el lado positivo a situaciones como quedarse sin empleo, terminar una relación amorosa o simple y sencillamente mantener el buen humor, aunque haya un embotellamiento de tráfico? Podrá haber muchos eventos a lo largo de la vida, pero dependerá el enfoque que cada persona le dé a cada experiencia, para algunos el mismo evento las puede hundir, mientras que para otras ese evento será la punta de lanza para avanzar en la vida.

O´Connor (1992) nos menciona que: “La humanidad ha buscado siempre el significado. Las cosas pasan, pero hasta que no les damos significado, las relacionamos con el resto de nuestra vida y evaluamos las posibles consecuencias, si son importantes o no.” De tal suerte que el significado de las situaciones y los eventos no es intrínseco, más bien depende del contexto en el que se presente y el significado que le de cada persona, pues aunque sea el mismo evento podrá tener distintos significados según la perspectiva que el observador le confiera. Así que poder reubicar un mismo evento en distintos marcos es una habilidad.

En Programación Neurolingüística llamamos a esta habilidad Reencuadrar, que “implica ayudar a las personas a reinterpretar problemas y encontrar soluciones, por medio de la substitución del marco en el que esos problemas son percibidos. Reencuadrar significa literalmente poner un marco nuevo alrededor de una imagen o experiencia”. (R. Dilts 2003)

El Reencuadre nos permite ver la situación desde otra perspectiva, una perspectiva nueva, que puede llegar al punto de hacernos sentir mejor o diferentes. Por ejemplo, una persona cae y se lesiona la rodilla, es muy doloroso y significa que no podrá practicar su deporte favorito; pero esta persona reencuadra su caída y lo ve como una oportunidad más que como una limitación, consulta varios médicos y terapeutas y aprende cómo funcionan sus músculos y ligamentos de la rodilla, cosa que nunca se le hubiera ocurrido anteriormente, o incluso es una oportunidad de tomar reposo de una vida que ha venido siendo muy ajetreada. Habrás escuchado el ejemplo del vaso con agua, para una persona con actitud negativa dirá que el vaso está medio vacío, mientras que para el positivo dirá que está medio lleno. El reencuadre no es una manera de ver el mundo de color de rosa, pareciendo que todo es perfecto. Los problemas no desaparecen por sí solos, tienen que enfrentarse, pero teniendo más alternativas, más fáciles le serán de resolver.

El reencuadre debería ser aprendido por todas las personas, ya que en muchos momentos de nuestras vidas no reaccionamos de la mejor manera ante ciertos eventos, y si fuéramos conscientes de cómo reencuadrar esa experiencia, tendríamos muchas más alternativas de enfrentar las situaciones de mejor manera y por ende vivir más plenos y satisfechos.

Bibliografía:
O´Connor, J., & Seymur, J. (1992) Introducción a la PNL. (13 ed.) Barcelona. Urano
Dilts, R. (2003). El poder de la palabra. Barcelona: Urano.