Posiciones perceptuales, un camino inagotable de crecimiento personal

Intruducción

Sólo construye el puente, ese era todo el sermón.
Sólo construye el puente entre la prosa y la pasión
y las dos vivirán de nuevo
y el amor humano brillará en su cima.
Sólo construye el puente
no vivas más en fragmentos.

-Edward Forster

Las posiciones perceptuales son un modelo utilizado muy ampliamente en la PNL. Con frecuencia se usa para resolver conflictos ampliando la perspectiva del explorador, o como un elemento de alguno de los muchos rituales de cambio que propone Programación Neurolingüística; sus principios están presentes desde el círculo de excelencia, el patrón de resonancia, la técnica rápida para tratar una fobia y la reimpronta, entre otras muchas.

En este artículo propongo considerar a las posiciones perceptuales desde una perspectiva más amplia y abrir la discusión para observar este modelo no sólo como una técnica específica de solución de conflictos interpersonales, o como uno más de los elementos que conforman una técnica, sino como un modelo de mayor profundidad que en si mismo abre un camino inagotable de crecimiento personal.

Para reflexionar, argumentar -y espero, abrir una conversación- usaré el marco conceptual que nos brindaron John Grinder y Judith de Lozier al inicio de la PNL, los planteamientos de Todd Epstein y Robert Dilts en los años 90s del siglo XX y el trabajo de Ken Wilber sobre la Teoría Integral. Este último autor – más conocido en el campo de la sicología transpersonal - no está considerado formalmente como una de las influencias de la Programación Neurolingüística, sin embargo sus planteamientos sobre las distintas posiciones que tomamos para percibir hacen un aporte valioso, amplio y profundo que merece ser incluido.

De este modo en el ensayo haré una descripción de cada una de las posiciones perceptuales, sus aportaciones, sus riesgos y los caminos de exploración que abren y cerraré haciendo una invitación a utilizar este modelo como camino de desarrollo personal.

Desarrollo

Cualquier cosa que el ser humano percibe es percibida desde un lugar en particular, desde una posición geográfica, una altitud y una longitud, también desde un momento en el tiempo, desde una cultura, una serie de valores, un conjunto de necesidades y anhelos, un carácter, una historia de vida, un conjunto de generalizaciones, omisiones y distorsiones, desde un estado emocional, por mencionar algunos factores. Dicha percepción, dado que es realizada desde un lugar en particular, sólo puede ser parcial y lo que el ser humano observa, escucha, siente e interpreta es simplemente un fragmento de lo que puede ser percibido.

Aquel que quiera comprender lo que percibe de una manera más amplia y más profunda deberá en primer lugar darse cuenta de la parcialidad de su percepción, deberá notar que su mapa no es el territorio, y a partir de ahí podrá observar también como es que las limitantes de su lugar, su momento y su mundo interior influyen en su manera de percibir e interpretar.

Esto aplica para quien está mirando una obra de arte, negociando con sus clientes, contemplando como hacer crecer su negocio, enfrascado en una discusión de pareja, considerando su vida espiritual o evaluando la actuación de un personaje histórico.

Un siguiente paso después de considerar su mirada parcial y desde donde es que se genera, sería enriquecer el panorama y buscar percibir desde otro sitio. Cambiar su posición. Ampliar el mapa.
Tradicionalmente la PNL plantea el uso de 3 o 4 posiciones para percibir. Cada una con sus luces y sus sombras.

Primera posición

La primera posición consiste en contactarnos plenamente con la primera persona del singular: el Yo. Invita a observar, escuchar, sentir e interpretar desde los propios ojos y su mirada única, desde las necesidades personales, desde la propia y muy personal historia de vida e interpretación del mundo.

Quien está en primera posición explora el mundo desde su propio mapa y puede decir “este soy yo”, “así miro las cosas”, “para mi lo importante es”. Esta posición se asocia con la voluntad, la fuerza, el empuje, la pasión, los objetivos personales, la individualidad, el autoconocimiento. Sus regalos no son pocos.

Ken Wilber plantea que la exploración honesta y profunda del propio yo -esta primera posición- nos acerca al arte, al arte definido como la expresión completa de la propia individualidad en cualquier actividad humana. El artista es aquel que se atreve a expresarse por completo en aquellas actividades que ha elegido, ya sea en la pintura, la música, la danza, los deportes, los negocios, la terapia, la enseñanza, la crianza, la vida. Si consideramos a tres grandes pintores, por ejemplo Picasso, Van Gogh y Rivera podremos encontrar que una de las características que tienen en común -tal vez la más importante- es que su obra es completamente diferente, que no se parecen, son únicas, son la expresión plena e individual de quienes eran en el mundo, y lo mismo pasa si tomamos a 3 grandes músicos, 3 grandes deportistas, 3 grandes terapeutas o 3 grandes amigos.

De manera que el camino de la primera posición, el camino del arte, es una invitación a permitirnos expresar plenamente nuestra propia individualidad. A darle nuestro toque muy personal a nuestros esfuerzos. A tomar la frase que a veces suena a cliché en el mundo del desarrollo personal de “soy un ser único e irrepetible” y transformarla en una expresión honesta mientras recorremos nuestro propio sendero.

Sin embargo la primera posición tiene sus riesgos. Quien sólo explora el mundo desde aquí y no va a la 2da, la 3era e incluso la 4ta posición corre el riesgo de cerrar su mente y corazón a las aportaciones de los demás, podría volverse egoísta, autocentrado, prepotente y no sería raro que se sienta permanentemente solo.

Segunda posición

La segunda posición consiste en pasar de la primera a la segunda persona del singular, pasar del Yo al Tú. Invita a observar, escuchar, sentir e interpretar desde los ojos del otro y desde su mirada única, desde sus necesidades personales, desde su propia y muy personal historia de vida e interpretación del mundo. Es jugar a transformarnos y no ser más quienes éramos en primera posición, sino transformarnos en nuestra pareja, nuestro hijo, nuestro cliente, el amigo que hace tiempo no vemos, nuestro padre o madre, el ser humano que vive una realidad distinta a la nuestra (o al menos intentarlo honestamente).

Recordemos que estamos haciendo esta exploración de la percepción desde la mirada de PNL, de forma que no basta involucrar al lenguaje, a la mente racional y a la hipótesis, no basta con preguntarnos ¿Qué haría mi jefe en esta situación? O ¿cómo se sentirá mi hijo adolescente? Sino que necesitamos involucrar nuestra fisiología completa, y no sólo pensar, sino jugar a ser. Esto normalmente requiere cambiar de silla, ponernos de pie, ir al piso, usar el cuerpo, la voz y la mente de la manera en que lo haría la otra persona.

Quien va a la segunda posición explora un mundo distinto, observa cosas que no veía antes, entra en contacto con otras emociones, valores y creencias y si este viaje es honesto al volver podrá expresar “¡con razón!, ahora lo entiendo”. Ese es el objetivo de este juego, descubrir lo que no era posible mirar desde mi rincón del mundo. Así que esta posición se asocia de manera natural con la empatía, la apertura, la compasión, la solidaridad, el amor, la amistad, la conexión. Sus regalos son generosos.

Volviendo a las aportaciones de Wilber, nos plantea que una exploración decidida de la manera en que ven el mundo los demás (en carne y mente propia) nos acerca a la ética, al comportamiento que de modo natural toma en consideración a los demás, no porque sea lo correcto en términos morales, o por cumplir con un código de conducta cultural, legal o religioso, sino porque al percibir-sentir-pensar como el otro lo que surge espontáneo es un comportamiento que lo toma en cuenta. Wilber va más allá cuando nos plantea que así como sólo hay una primera posición para cada uno de nosotros, las segundas posiciones son ilimitadas y con ellas nuestras posibilidades de enriquecer el mapa, de ampliar la mente (y con suerte el corazón), incluso se atreve a afirmar que el desarrollo de un ser humano y de una sociedad sólo es posible cuando aumenta su capacidad de tomar nuevas y más amplias segundas posiciones.

De forma que el camino de la segunda posición, el sendero de la ética, es útil para generar negociaciones ganar – ganar, para entender mejor a nuestros clientes, para seguir aprendiendo, y tal vez aún más importante para acceder a nuevas etapas de desarrollo, más bondadosas, tanto en lo individual como en lo colectivo.

Sin embargo la segunda posición también tiene sus riesgos. Puede llevarnos a olvidarnos de nosotros mismos, a perder pasión, empuje, fuerza. Quien sólo explora el mundo desde aquí y no regresa a la 1ª posición podría perderse, agotarse, sentir que sus esfuerzos sólo benefician a los demás e incluso actuar como víctima.

Tercera posición

La tercera posición nos invita a tomar distancia. Consiste en mirar, lo que sea que estemos mirando, desde afuera y dejar de decir “yo” o “tu” y más bien decir “eso”. La tercera posición es la de un observador neutro pero interesado en lo que ocurre, es la posición del consultor, el analista, el terapeuta.

Aquel que va a la tecera posición busca sacudirse sus puntos de vista, sus juicios, sus prejuicios, salir de sus necesidades, abandonar -en la medida de lo posible y por unos momentos- sus valores y su sistema de creencias. En la terminología de PNL consiste en mirar disociado aquello que queremos entender mejor; la primera y la segunda posición son posturas para percibir plenamente asociadas, desde dentro de la situación, el reto o la problemática. La tercera posición pone distancia de por medio.

Esta posición se asocia con la inteligencia, el análisis, el entendimiento, la neutralidad, los datos, las tendencias, aquello que es meramente observable, lo que algunos conocen como objetividad. El cristal a través del que se mira busca ser transparente.

Los trabajos de Wilber describen que la práctica de la tercera posición – la capacidad de salir de uno mismo, mirar sin prejuicios y con ánimo de descubrir – es el corazón de la ciencia. La primera posición a través del arte nos lleva a descubrir la belleza dentro de nosotros mismos, la segunda posición y el camino de la ética nos permiten ir al corazón de nuestro hermano, de nuestra hermana, y descubrir bondad en su corazón y en el nuestro, y la tercera posición, gracias a datos, modelos, sistemas, cabeza fría, curiosidad, análisis y síntesis, nos convierte en científicos que buscan aproximarse a la verdad. Belleza. Bondad. Aproximaciones a la verdad.

Del mismo modo que la primera y la segunda posición implican riesgos, aquél que solamente explora el mundo desde la tercera posición puede volverse frío e indiferente, pensar que la vida (el matrimonio, el trabajo, la crianza, la comunicación…) es nada más que un proceso interesante para estudiarse y no una aventura en la que embarcarse. Puede llenar su vida de inteligencia y al mismo tiempo vaciarla de emoción y de pasión.

Cuarta Posición

Robert Dilts nos invita a considerar no sólo estas tres posiciones en toda su riqueza, sino a añadirle una posición más, la del sistema del cual somos parte, la que incluye y trasciende a las otras tres. Ya no sólo Yo, Tú y Eso, sino también Nosotros. Ya no solo Soy, Eres y Es, sino también Somos.
Explorar esta cuarta posición permite abrirnos a la mente mayor, a la mente del campo, o del suprasistema. Implica conectarnos con aquello más grande, más importante y más duradero que nosotros mismos.

Conclusión

La ciencia no es suficiente, ni la religión, ni el arte, ni la política o la economía, ni la acción aunque sea desinteresada, ni la contemplación por sublime que sea. Nada menos que todo será la respuesta

Aldous Huxley

El modelo de las posiciones perceptuales claramente va más allá de una técnica de negociación o una pequeña parte de un ritual de PNL, nos abre inagotables caminos de aprendizaje y crecimiento.

¿Cómo agotar los regalos de la primera posición? ¿Cómo atrevernos a decir “terminé de descubrirme”? No es posible terminar de explorar el camino del arte con su belleza, su enorme alegría, con su fuerza y su vulnerabilidad. Si sabemos escucharnos una y otra vez podremos ir hacia adentro y seguir maravillándonos.

En el momento de escribir este artículo existen cerca de 7 mil 900 millones de seres humanos en el planeta tierra. Siempre hay una mirada distinta que explorar, un punto de vista que no conocemos, una fisiología y un marco de referencia que nos brinde nuevos recursos. Y eso sin considerar a los seres humanos de ficción, a los personajes del mito, la novela, la leyenda, a los grandes personajes históricos o a los que se nos adelantaron en el camino de la vida pero que siempre pueden prestarnos sus ojos, mente y corazón. Las segundas posiciones, el sendero de la ética, no sólo es profundo sino que es tan amplio que cabemos todos.

¿Y qué decir de la tercera posición? El pensamiento científico se apoya maravillado en los hombros de los gigantes que lo precedieron, para luego decir ¿saben qué? Las cosas son diferentes a como ustedes pensaron. La ciencia una y otra vez nos presenta descubrimientos que cuestionan lo que antes se daba por hecho. Es un camino sin fin.
Si la primera, la segunda y la tercera posición son inagotables, imaginemos el contacto con la cuarta posición, aquella que las incluye y las trasciende. No hay mucho que pueda añadir sobre esta cuarta posición, tal vez sólo recordar los primeros versos del Tao Te King.

El Tao del que puede hablarse no es el Tao Eterno. El nombre que puede decirse no es el Nombre Eterno.
Sin nombre es el principio del cielo y la tierra, con nombre es la madre de los diez mil seres.
Misterio y realidad, con diferentes nombres brotan juntos de la misma fuente.

El ser humano crece conforme crece su capacidad de tomar distintas posiciones perceptuales. Estas cuatro posiciones son en si mismas una práctica para nuestro desarrollo individual y también de los colectivos de los que formamos parte. No es necesario que llegue el conflicto para usarlas, podrían volverse camino de exploración cotidiana.

Ojalá muchos hagamos arte y encontremos belleza en nuestra acciones cotidianas.
Ojalá nos pongamos otros ojos y otros corazones y le regresemos vida a la palabra ética.
Ojalá nos asombremos del mundo, nos sepamos curiosos y nos acerquemos -aunque sea un poquito- a verdades más amplias.
Ojala… muchos…

Bibliografía

Dilts, R. (1999). Creación de Modelos con PNL. España: Editorial Urano
Forster, E.M. (1993). Regreso a Howards End. España: Editorial Círculo de Lectores
Houxley, A. (1977). La isla. España: EDHASA
Lao-Tsé (2010). Tao Te King. México, DF, México: Grupo Editorial Tomo
O’Connor, J. y Seymour, J (1995). Introducción a la PNL. España: Editorial Urano
Wilber, K. (2000). Una visión integral de la psicología. México: Alamah
Wilber, K., Patten, T., Leonard, A. y Morelli, M. (2008). Integral Life Practice. USA: Shamballa Publications